Blog DefensaDeudores.cl

Padres en quiebra: No tienen auto, ni propiedades y su deuda promedio es de $50 millones

Escrito por Grupo Defensa | Jun 19, 2024 9:19:06 PM

La deuda promedio de los padres que se declararon en quiebra en Chile es de casi $ 50 millones y el 57% de ellos registra préstamos con 5 o más acreedores, de acuerdo a datos obtenidos por Defensadeudores.cl, y analizados por la empresa de tecnología Unholster.

El estudio arrojó, además, que el 59 % de los padres que se declararon en quiebra los últimos 3 años, no tienen un vehículo registrado a su nombre y entre los bienes que entregan para pagar sus deudas predominan mobiliario, electrodomésticos y artículos electrónicos, siendo televisores, refrigeradores, muebles y hervidores algunos de los que más se repiten.

Por otro lado, el 94% de los hombres que quebraron no tienen roles registrados en el padrón de bienes raíces, es decir, la gran mayoría no cuenta con propiedades a su nombre. Así, el 93% de los hombres que quebraron son arrendatarios o viven de allegados; el 3,3% son propietarias y el 3,5% son propietarios y arrendatarios.

El análisis mostró que el 62% de los padres quebrados tienen entre 35 y 54 años, es decir, la mayoría de ellos se encuentra en plena etapa de crianza, mientras que el 32% de ellos son padres de entre 55 y 70 años. En promedio, tienen al menos 2 hijos, considerando únicamente a aquellos con 18 o más años.

Del total de casos analizados, el 36% reside en la Región Metropolitana, zona a la que le siguen las regiones de Biobío (12%), Valparaíso (9%) y Coquimbo (5%).

Por otro lado, el listado de las 10 instituciones a las que estos padres deben más dinero en promedio está liderado por la Tesorería General de la República (53,2 millones), Banco Security (42,2 millones) y Banco Santander (25,8 millones). Al final de dicha lista figuran Banco Estado (9,6 millones), Caja Los Andes (5,0 millones) y CMR Falabella (3,2 millones).

Ricardo Ibañez, abogado y socio fundador de DefensaDeudores.cl, destaca que “más del 31% de padres que quiebran tienen entre 55 y 70 años, una edad donde la rehabilitación financiera puede no tener efecto, ya que es muy difícil que pueda volver a ser sujeto de crédito y adquirir, por ejemplo, un bien raíz, dadas las condiciones actuales y con los plazos que implican dichos créditos hipotecarios. Es decir, son personas que ya en el ocaso de su vida laboral quedan desnudos patrimonialmente para enfrentar la vejez”, sostuvo.

Estos resultados forman parte del primer Estudio de Caracterización de Padres Chilenos que enfrentan la quiebra, que analizó la situación de 4.660 hombres con hijos que solicitaron la liquidación voluntaria en el marco de la Ley de Insolvencia, sobre una muestra representativa de 24.949 personas, equivalente al 25% de los casos a nivel nacional.

¿Cómo solucionar el endeudamiento problemático?

La Ley de Quiebras, ofrece dos alternativas dependiendo del nivel de endeudamiento y las condiciones del deudor.

1.- Renegociación administrativa: Permite pagar la misma deuda en nuevas condiciones ajustadas a la capacidad de pago actual del deudor, en más plazo y sin sumar intereses.
Para acceder se establece como requisito tener 2 o más deudas; no haber sido demandado y deber más de 80 UF.

2.- Liquidación (quiebra): Este procedimiento soluciona el endeudamiento de personas que no pueden pagar deudas que superan el valor de sus bienes, es decir, deben más de lo que tienen como patrimonio. En este caso, el dinero obtenido en el remate de los bienes entregados permite pagar a los acreedores independiente del monto obtenido.

¿Existen otras opciones para hacer frente a las deudas?

La Renegociación Extrajudicial es una alternativa que ofrece Grupodefensa.cl a través de Agencia Renegociadora. Permite lograr un nuevo acuerdo que permitirá sanear las deudas y salir de DICOM. Se puede acceder sin importar la cantidad de acreedores, el monto de la deuda o si el problema está judicializado.

¿Puedo repactar o refinanciar una deuda?

Sí, pero son alternativas no recomendadas porque constituyen una solución muy costosa a corto plazo. En ambos casos, es la institución financiera la que pone las condiciones de pago y al final, aumenta la carga financiera por los mayores intereses que se aplican.